Por Sergio Araya M.
En la actualidad, el crecimiento de las comunas se ha convertido en una prioridad para muchos gobiernos locales. Sin embargo, a medida que las ciudades se expanden y evolucionan, es fundamental no solo promover el desarrollo económico y la infraestructura, sino también fomentar la innovación y fortalecer la convivencia entre los ciudadanos. Lamentablemente, estos aspectos a menudo se pasan por alto o se abordan de manera insuficiente, lo que puede obstaculizar el potencial de crecimiento y limitar las oportunidades para los residentes. En esta columna de opinión, abordaré la importancia de poder innovar y convivir en el contexto del crecimiento de una comuna, así como los desafíos asociados y algunas posibles soluciones.
El desarrollo de una comuna va más allá de construir nuevas viviendas y ampliar las infraestructuras básicas. Para lograr un crecimiento sostenible y beneficioso para todos, es esencial fomentar la innovación en distintos ámbitos. La innovación implica la implementación de nuevas ideas, tecnologías y prácticas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, impulsen el emprendimiento local y promuevan la competitividad de la comuna a nivel regional o nacional.
Además de la innovación, la convivencia es un aspecto fundamental para garantizar un crecimiento armonioso y equitativo. A medida que la comuna se expande, es necesario promover la integración social y cultural, fomentar el respeto mutuo y construir espacios de encuentro donde los residentes puedan interactuar y colaborar. La convivencia pacífica y el fortalecimiento del tejido social son la base para una comunidad cohesionada y resiliente.
No obstante, existen desafíos significativos que dificultan el logro de estos objetivos. Uno de ellos es la resistencia al cambio. Muchas veces, las autoridades locales y los ciudadanos se aferran a las prácticas tradicionales y tienen miedo de explorar nuevas ideas o enfoques. Esto puede frenar la innovación y limitar las oportunidades de crecimiento. Es fundamental fomentar una mentalidad abierta al cambio y promover la educación y la conciencia sobre los beneficios que la innovación puede traer consigo.
Otro desafío es la falta de recursos y apoyo. La innovación requiere inversiones financieras, tecnológicas y humanas significativas. Sin embargo, en muchos casos, las comunas carecen o simplemente no priorizan los fondos necesarios para impulsar proyectos innovadores y brindar el apoyo adecuado a los emprendedores locales. Es fundamental establecer alianzas público-privadas, buscar financiamiento externo y promover políticas que fomenten la inversión y el emprendimiento en la comuna.
Por último, la convivencia puede verse afectada por la falta de espacios comunitarios adecuados y la ausencia de programas de integración social.
Para lograr un crecimiento integral y sostenible de una comuna, es necesario fomentar la innovación y la convivencia. La innovación impulsa el desarrollo económico, la competitividad y el bienestar de los residentes, mientras que la convivencia fortalece los lazos sociales y garantiza una comunidad cohesionada. Sin embargo, para superar los desafíos existentes, es fundamental promover la apertura al cambio, buscar recursos y apoyo externos, y crear espacios y programas que fomenten la interacción y la integración. Solo a través de estos esfuerzos conjuntos podremos construir comunas prósperas, creativas y equitativas, capaces de enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del siglo XXI.