Paulina Santander Astorga, Dra. en Psicología y de San Antonio
Ha estrechado lazos entre la Psicología, Economía y Negocios, con un enfoque de género relevando la importancia del emprendimiento femenino. Un entorno que según indica ha sido fuertemente impactado por la pandemia por COVID-19: “Las mujeres con un mayor acceso económico y conocimiento en el mundo digitalizado, enfrentaron de mejor manera esta crisis, a diferencia de las mujeres más pobres y en un contexto precarizado. Gran parte de ellas quebraron y no pudieron seguir”, advierte.
Desde Valparaíso, la Psicóloga y docente del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, Paulina Santander Astorga, es invitada a evocar los recuerdos de su infancia. Aquella marcada por la presencia de su madre peluquera y emprendedora. De conversaciones cotidianas con sus tías, primas y hermana. Como hija mayor, afirma que siempre estuvo atenta a su entorno: «Aprender a escuchar, hacerme preguntas y estar siempre atenta a las de mi familia, me ayudó mucho en lo que hago hoy en día», dice.
- ¿Cómo surgió la vocación y la conexión con la Psicología?
Vengo de una familia donde mi mamá tiene una fuerte vocación por lo social y lo público. Crecí en un sistema donde lo normal era estar atenta a lo que le ocurrían a los demás, y a nuestro entorno. Eso fue el punto de partida, sumado a mi gusto por estudiar y leer mucho. Incluso cuando estaba en cuarto medio ya quería estudiar Psicología. Pensaba que era juntarse a hacer terapia y sólo eso, pero cuando entré a la carrera me di cuenta que se trataba de algo súper diferente…
- ¿Qué tan diferente?
Entendí, tiempo después, que la carrera era también un proceso… y como tengo una alta capacidad para adaptarme a cosas diversas, las enfrenté…Así fue como llegué a Psicología. Fue algo fortuito, y creo que instintivo, aunque más bien creo que fue mi vocación, lo que me llevó a abrirme a nuevos temas.
- ¿Y en qué momento la Psicología se conecta con la Economía y Negocios?
Esto se remonta cuando estaba terminado de estudiar. Estaba cursando el cuarto año de la carrera y encontré un aviso de trabajo donde necesitaban personas para hacer entrevistas. Como yo me consideraba buena para eso, fui a la Universidad Federico Santa María para realizar el trabajo. Me fue súper bien y supe que la información era para investigaciones de mercado…
Ahí vi una posibilidad de trabajo cercana a mis gustos, y comencé a trabajar como apoyo en proyectos de investigación de mercado.
A la buena racha de Paulina, le siguió una oferta para realizar su práctica profesional en el Departamento de Industria de la Universidad Técnica Federico Santa María, posibilidad que ella aceptó:
“Sin embargo, comencé a incomodarme con esas investigaciones, ya que me preguntaba de qué servía tener toda esa información, si la ocupaban solo como datos en aplicaciones específicas y quedaban almacenadas solo como eso…como datos. A partir de esa reflexión, cambié el curso de mi carrera y comencé a desarrollar una línea de investigación más ligada al emprendimiento”.
- ¿Por qué es relevante observar el emprendimiento con una perspectiva de género?
Las experiencias de las mujeres son totalmente diferentes a de los hombres, principalmente porque ellas tienen que hacer más cosas, más responsabilidades, y porque también hay otros contextos. En medio de esto, comencé a formarme con estudios de postgrado para fortalecer mi actividad de investigación con un enfoque de género. No es posible entender el emprendimiento, en particular, las mujeres, si no conocemos quienes están detrás de ellas y su contexto. Sus historias, clase social y preocupaciones. Fue ahí cuando comencé a trabajar en estos temas con grupos de Playa Ancha y Viña del Mar… Entendí que la mirada economicista del fenómeno del emprendimiento era un poco tuerta.
- ¿En qué ámbitos es posible observar esta mirada economicista del emprendimiento?
Esto se vio evidenciado fuertemente durante esta pandemia por COVID-19. La crisis nos afectó a todos, y en el mundo del emprendimiento claramente tuvo un impacto, aunque con matices. Por ejemplo, las mujeres con un mayor acceso económico y conocimiento en el mundo digitalizado, enfrentaron de mejor manera esta crisis, a diferencia de las mujeres más pobres y en entornos precarizados». Gran parte de ellas quebraron y no pudieron seguir.
- Diferentes impactos, dependiendo de los contextos…
Con esto quiero decir que, cuando se habla de mujeres microempresarias, no hay un perfil, por eso yo no creo en esas investigaciones que buscan una fórmula: Que tienen que ser mujeres empoderadas, mujeres resilientes, que tienen que ser mujeres como “super mamás”. Eso no sirve, porque las mujeres somos diversas. Las personas tenemos contextos distintos, y eso mismo pasa con las mujeres que emprenden, sobre todo con las microempresarias, que tienen un perfil súper heterogéneo. Por eso creo que la visión gubernamental que se tiene del microemprendimiento en la mujer está completamente alejada de la realidad. Porque no somos todas iguales y porque no hay una fórmula de cómo serlo.
- ¿Chile posee condiciones adecuadas para el emprendimiento femenino?
Una mujer debe ser super valiente para emprender, porque es un camino bien difícil. También hay que reconocer que ese camino no es igual para todas. En algunos casos puede permanecer, y en otros casos no, ya que es un rubro inestable. Por ello, si una mujer decide ser emprendedora, mi opinión va a variar dependiendo de la condición de esta mujer emprendedora. Por ejemplo, si se tienen muchas redes yo le diría: “que te vaya súper bien”, pero si tenemos a una mujer sin redes, yo le recomendaría que ojalá pudiera buscar a algún grupo en el cual integrarse y colaborar.
- ¿Para igualar competencias?
Claro, y porque pienso que, a diferencia de los elementos competitivos, más individuales -y que no digo que sean malos- que tradicionalmente se observan en los emprendimientos masculinos, en muchos emprendimientos de mujeres se funciona súper bien en torno a la colaboración. Y me refiero a la colaboración, en el sentido de compartir proveedores, hacer ventas conjuntas y trabajar en comunidad.
Recordando a su natal San Antonio y los desafíos que ha observado desde su rol como investigadora y docente, Paulina Santander Astorga nos advierte que considera el emprendimiento como una actividad con luces y sombras: “No es una actividad destinada al éxito, como parece de repente”, afirma. De ahí la importancia de su estudio con un enfoque diverso e interdisciplinario, reitera.
Autores:
Por: Alejandra Ishiki, Christobal Engelbreit y Nicolás Zamorano
Estudiantes de pregrado Universidad Andrés Bello.
Edición periodística: Teresa Vernal y Nadia Politis
*Entrevista realizada en el marco del proyecto de colaboración «Más mujeres en Ciencia», de la Universidad Andrés Bello y la SEREMI de Ciencia Macrozona Centro, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del Gobierno de Chile, con el objetivo de incentivar a estudiantes universitarios de pregrado a desarrollar Comunicación Pública de la Ciencia.
https://chilecientifico.com/mas-mujeres-en-ciencia-paulina-santander-astorga/