Fenómeno se observa en zonas costeras, pero también en el centro-sur del país. Según la consultora inmobiliaria GPS Property, lo más buscado son terrenos de hasta 35 hectáreas, a partir de los cuales se pueden gestionar proyectos de parcelas de 5.000 m2, con un valor de entre $20 a $60 millones por unidad.
Una creciente demanda por terrenos agrícolas en zonas rurales, no tan lejos de Santiago y bien conectados con la capital, está llamando la atención en el mundo inmobiliario. El objetivo no tiene que ver con nuevos cultivos o terrenos forestales, sino que otro: la construcción de parcelas para viviendas.
Una de las razones de este boom, acaso la más importante, tiene que ver con la pandemia. Miles de ejecutivos llevan meses funcionando desde sus hogares y el teletrabajo ha demostrado que funciona y, en muchos casos, permanecerá más allá que la emergencia finalice. Con una buena conexión a internet y espacio para trabajar, la cercanía con la oficina está dejando de ser tan relevante. Mayoritariamente matrimonios jóvenes, entre 30 y 40 años con y sin hijos, son los que más demandan estos terrenos.
Eso está aumentando la demanda en sectores agrícolas, a dos o tres horas de la capital de distancia. Sectores como Tunquén, Santo Domingo y Matanzas-Puertecillo, por ejemplo, lo están experimentando, como también Pichilemu, observan en Sotheby’s Chile.
Y algunos inversionistas han detectado este interés y están comprando en general terrenos de hasta 35 hectáreas, a partir de los cuales se pueden gestionar proyectos de parcelas de 5.000 m2 con un valor de entre $20 a $60 millones por unidad, explican en la consultora GPS Property.
En Tunquén, por ejemplo, los terrenos más demandados son aquellos que están a menos de 10 minutos de Tunquén y de Quintay. “Las alternativas que generan más interés son aquellas que están insertas en condominios y con factibilidad de luz y agua a pocos metros. Estamos hablando de loteos de más de 5 mil metros cuadrados desde las 1.000 UF”, explica el gerente de Santo Domingo de Chile Sotheby’s International Realty, Juan Pablo Costa.
El ejecutivo precisa que estas zonas ya mostraban un interés desde antes de la pandemia, pero la emergencia vino a reforzar esta tendencia. “Creo que la pandemia impulsó este interés por varios factores. Primero, la gente está valorando más la conexión con la naturaleza y tener más espacios disponibles, sobre todo ante las restricciones de movimiento. Además, se ha impulsado la figura del home office, lo que también entrega más flexibilidad para alejarse de las ciudades”, indica el ejecutivo.